domingo, 2 de marzo de 2014

Cuaresma y Pascua con niños y familias

Como va siendo habitual en la formación de los catequistas de nuestra diócesis, llegado los tiempos fuertes (Navidad y Pascua) los catequistas tenemos la oportunidad de juntarnos y prepararnos con tiempo.

Esta vez la reunión la tuvimos en los salones parroquiales de la parroquia del Beato Florentino (Parque Alameda). Toño, su párroco, nos acogió muy bien, y nos animó a volver siempre que quisiéramos.

Juan Carlos fue el encargado de dirigir el encuentro. No lo hizo solo puesto que todos lo hizmos; la tarde fue muy interactiva, todos pusimos nuestro granito de arena.

No se trató solo de presentar los diferentes materiales, recursos, para utiliar durante el tiempo cuaresmal y pascual, esa parte duró a penas 25 minutos, sino en ir desglosando la espiritualidad del catequista para el tiempo de Cuaresma.

Hablamos de la Cuaresma como camino hacia la Pascua; para llegar a la Pascua hace falta hacer cuaresma, no valen los atajos. "Hacer cuaresma", es decir, cultivar nuestro interior y discernir que aspectos de nuestra vida y misión son importantes que cuidemos, potenciemos, etc. y cuales, por el contrario, conviene mandarlos a la papelera de reciclaje.

En el fondo nos importa la Pascua, el paso del Señor por nuestras vidas; la mediación cuaresmal la precisamos para pulir el tesoro que encerramos cada uno de nosotros en nuestro corazón.

Al final de la tarde, pudimos unirnos a la comunidad del Beato Florentino para celebrar la Eucaristía. Los catequistas prepararon la liturgia: tanto moniciones, peticiones, ofrendas y cantos. Así da gusto. Con los catequistas da gusto, el Señor agradece su misión y todos nosotros también.

Los que estuvimos agradecemos estos momentos de encuentro y la necesidad de formación. Recordamos, en este sentido, la primera pregunta del cuestionario preparación del próximo encuentro de Arciprestes, Vicarios, Obispos y Delegados de Catequesis de la Región del Duero, que rezaba así: "¿Qué piden los catequistas a los sacerdotes?". La respuesta era formación. Muchos de los catequistas, tristemente, no habían oído hablar de dicho cuestionario.

Fue una bonita ocasión para conocer la parroquia del Beato Florentino, así como a algunas de sus catequistas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario