domingo, 25 de diciembre de 2011

HOMILÍA DE LA "MISA DE GALLO" - Juan Carlos Plaza Pérez


Estamos a las puertas de la Navidad. En el mismísimo portal de Belén. Hacia allí se dirigen todas nuestras miradas. Hay una señal en el cielo que nos centra la atención, pues el cielo está muy estrellado, hay muchas estrellas que nos pueden distraer. Algunas son muy deslumbradoras, como las ráfagas de posición larga de un coche en la noche. Pero no son para nada la luz que centra mi atención, la luz que miro y veo es la luz de Jesús, el Señor. Es el solsticio de invierno el que hoy comienza y en sus días el sol comienza a crecer, como a este niño le va a suceder.
            Esas estrellas de las que te hablo son un tanto fugaces, efímeras, hasta pueden caducar. Algunas llevan incluso tarjeta de identidad, que si orgullo, que sin tener más, que si honra y fama y que sé yo cuántas cosas más. Otras no; disimulan y ocultan su esencia, hasta nos pueden engañar, nos dan gato por liebre, no son de fiar. Es cierto que son muy deslumbradoras pero nos confunden en el camino y de camino, nos engañan con artimañas y trucos, hasta con juegos de luces, que no hacen más que guiñar.
            Yo quisiera ser como esos Magos, los de Oriente, a los que también Herodes pretendió engañar, ellos se dejaron llevar por la voz del ángel, la voz de su interior, la voz de Dios. Y por ello en el camino cambiaron de orientación, comenzaron siendo paganos, hoy creyentes nos siguen llenando de ilusión.
            En este Belén, en el que me siento uno más y que, por otra parte, formamos todos, no me veo como un adorno, ¡ni mucho menos!, me veo con una gran misión. Miro a mí alrededor y también veo a otros muchos como yo, te veo a ti, y a ti y a ti... a todos os veo cerca de Dios. Todos camino hacia el portal. Todos enviados por la voz de un ángel, un mensajero, esa persona que me encuentro en el camino y me trae el mensaje del “gloria a Dios en las alturas y en el mundo paz”. Todos convocados para presenciar que el Dios que no quiere palacios ni templos, desea tu corazón, mi corazón, parar morar y habitar, para acampar y darse a los demás.
            Estamos en este belén viviente en el que hay todo tipo de gentes, de fauna y de flora. No nos falta detalle, cada uno aporta, desde su creatividad, lo que uno es y lo que uno tiene. Yo le quiere llevar al Señor lo que soy, pero sin reservas ¡eh!, sin miserias; con mucha alegría y sin vergüenza.
            En cada persona con su oficio, con su beneficio, en medio de nuestra casa, familia, trabajo y quehacer,… el Señor acampa, instala su tienda para nacer.
            Puentes, molinos, norias, huertos, ríos, mercadillos, hornos de pan, mujeres, hombres y niños, magos de Oriente, junto a sus pajes, hilanderas, pescadores, ángeles, María y José,… todos bendigamos al Señor, démosle gloria por los siglos.
            El Señor ha querido nacer de una determinada manera, siendo hombre como nosotros, esto no es fruto del azar, sino que Dios ha elegido la sencillez y la pobreza para dársenos, quizá para confundirnos y anunciar que Él en la pobreza está, por eso que tú estás desesperado, que no encuentras explicación, que te falta algo, que no sabes qué hacer,… Dios te dice: levántate, coge tu camilla y sígueme. ¿Qué espera Dios de nosotros? ¿Qué le vamos a llevar?
            Más que nada, en este mundo, Dios prefiere actitudes. Entonces le voy a llevar un corazón sin reservas y que Él sepa cómo valorar. Y por mi parte no le voy a poner condiciones ni tan siquiera se lo voy a tasar, voy a acogerle con humildad para después poderle adorar, también, en los demás; donde Él se encarna, a diario, pues es un Dios a todo dar. También quiero ofrecerle mis pecados para que sepa Él como sanear y yo cada días más amar y también a todo dar.
            Para nada me veo de adorno en este belén monumental, tengo una gran misión que con la ayuda de este niño quiero afrontar. Disponibilidad y entrega es lo que más me sale dar, que no es nada al lado de lo todo lo que Él me da.
            ¿Con qué figurita del belén te vas a identificar? He aquí la gran pregunta fundamental. No dejes la respuesta en una incógnita más, responde porque ella te llevará a hincarte de rodillas delante del portal; ante es niño pequeño, humilde, frágil, tierno,… pero en el que el gran Dios se nos quiere dar. Él se ha hecho hombre por ti y por mí.
            Te animo a que contemples, en algún momento de esta Navidad, el belén entero o el portal. Mira a ver con quién te identificas, con María, con el ángel, o con el panadero que amasando está. No lo olvides no estás de adorno, tu fe te compromete a darte sin nada esperar. No te cortes en contemplar ni tampoco en contestar. ¡Ah! Y si de ti brota una lagrimilla, incluso una gran emoción, da gracias al Señor porque el milagro de la Navidad en ti está obrando ya.
            Te deseo a ti y a los tuyos una gran Navidad. Así sea.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ESCUELA DIOCESANA DEL CATEQUISTA

2.4. La catequesis, contenido y pedagogía

NO OLVIDÉIS, JUEVES, 15 DE DICIEMBRE, A LAS 20,00H EN EL "ESTUDIO TEOLÓGICO AGUSTINIANO" ENCUENTRO PRESENCIAL DE LA ESCUELA DIOCESANA DEL CATEQUISTA.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Escuela Diocesana del Catequista

Ya hemos colgado para ti el tema de la próxima semana de la Escuela Diocesana del Catequista.

No te olvides de ir leyendo los materiales. Que no se te acumule el trabajo.

Comparte lo que vas leyendo con otros miembros de tu comunidad parroquial.

Anota en un cuaderno: avances, preguntas, aspectos a aclarar, etc.,....