lunes, 31 de agosto de 2015

Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación



1 de septiembre de 2015


 
Con el telón de fondo de su Encíclica Laudato si’, el Papa Francisco —compartiendo con el Patriarca Ecuménico Bartolomé la preocupación por el futuro de la creación— ha decidido instituir también en la Iglesia Católica la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que, a partir de 2015, será celebrada cada 1 de septiembre, como hace la Iglesia Ortodoxa. Así se lee en la carta pontificia dirigida a los Pontificios Consejos Justicia y Paz y para la Promoción de la Unidad de los Cristianos:

«Como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad. Vivimos en un tiempo en el que todos los cristianos afrontamos idénticos e importantes desafíos, y a los que debemos dar respuestas comunes, si queremos ser más creíbles y eficaces».

«Esperando la más amplia colaboración para el buen comienzo y desarrollo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, invoco la intercesión de la Madre de Dios María Santísima y de san Francisco de Asís, cuyo Cántico de las Criaturas mueve a tantos hombres y mujeres de buena voluntad a vivir alabando al Creador y respetando la creación».

sábado, 22 de agosto de 2015

Día de San Pío X, día del Catequista


Meditación para un retiro: "EN LA IGLESIA ENTRAMOS PARA ADORAR Y SALIMOS PARA SERVIR”


Con el presente título pretendo ayudarles en este retiro a caer en la cuenta de algo tan importante que se ha de dar en nuestra vida cristiana: la integración entre la fe y la vida. Un binomio que no nos resulta fácil conjugar, sin embargo es el centro de toda la espiritualidad cristiana, el deseo más hondo del Señor es: “que os améis unos a otros como yo os he amado”, o lo que es lo mismo, que decir que el amor a Dios se demuestra en el amor al prójimo, pues, ¿cómo amar a Dios al que no veo sino amo a los de Dios a los que sí veo? O, también, expresándolo de otra manera, nuestra fe requiere de obras.
Por lo tanto, decir que “En la Iglesia entramos para adorar y salimos para servir” es vivir sencilla y llanamente todo la potencia de la Eucaristía. No sé si el ejemplo de la pila, al que diariamente nos referimos nos puede ayudar. Ya saben que cualquier ejemplo, en lo que toca a la fe, a la religión y especialmente a Dios, siempre va a ser un ejemplo imperfecto. Jesús ponía ejemplos, comparaciones, parábolas para explicar lo que era el Reino de Dios, para darse a conocer Él mismo. Es muy difícil poder llegar a dilucidar la verdad del Misterio de Dios. Al menos nos vamos a aproximar.
Muchas veces decimos: me voy de vacaciones para cargar las pilas, incluso en la vida espiritual también nos expresamos así, hacemos un retiro, unos ejercicios espirituales, etc. y decimos esto mismo, con lo que metafóricamente estamos queriendo decir que necesitamos también enchufarnos al Señor, porque Él nos da la fuerza, la vitalidad, el deseo, la alegría, la fe, etc. para afrontar la vida como “Dios manda”. Necesitamos muchas veces, y también en muchos ámbitos, desconectar, para recuperar algo que con el tiempo se deteriora, pierde calidad, etc. Y en la misma vida, esa fuerza, vitalidad, etc. la vamos desgastando. Por eso, conviene, de vez en cuando enchufarse a una experiencia de este tipo.
Entonces podríamos hablar que en nuestra vida como cristianos tenemos experiencias puntuales, explícitas de estar con Dios, como puede ser: la adoración, la oración, la contemplación, la meditación, la lectura espiritual, las celebraciones litúrgicas, especialmente la Eucaristía, etc. y hay otras en la que no, como por ejemplo: el trabajo, la relación vecinal, el estar en la playa, el ir a la compra, las tareas del hogar, los programas de la TV, etc. Sin embargo, una buena relación con Dios ayuda a encajar esos otros factores con los que nos encontramos en la vida. Por eso entrar en la Iglesia para adorar, para recargarse del Señor, implica desgastarse en el servicio de los demás, en todos los ámbitos de nuestra persona. Por eso, no hay como compartimentos estancos, donde nosotros podamos decir con mayor claridad aquí está el Señor y allí no, y sino recordemos a Santa Teresa de Jesús, cuyo V centenario de su nacimiento estamos celebrando, que decía, porque lo vivía: “al Señor le podemos encontrar entre los pucheros”. Hoy el cristiano, necesita hacer de su vida una contemplación, en la que sin querer vaya descubriendo el sentido del discernimiento que le ayude a revitalizar la fe, encontrar el sentido de la adoración, no solo como momento extraordinario de paz interior y presencia de Dios, sino también, como escucha de la Palabra de Dios que me dice cuál es su voluntad para moverme en la vida en una dirección o en otra, en un servicio o en otro. 

Cha xu Zoltan Lendvai tro tai truot van.flv

miércoles, 19 de agosto de 2015

Después de la catequesis, ¿qué?

En la tarde de ayer, José Luis Saborido, SJ. (Sabo), director de la revista Catequética, nos conovocó a un grupo de catequistas de nuestra diócesis para tener una mesa redonda en torno al siguiente tema: "Después de la catequesis, ¿qué?".

La reunión tuvo lugar en la sede que la editorial Sal Terrae tiene en Valladolid y a la cual depende la revista Catequetica. Revista que todos podéis disponer de ella porque estamos suscritos en la Delegación Diocesana de Catequesis de Valladolid.

Nos reunimos catequistas tanto del mundo rural como de la ciudad: Sagrario, de Casasola, Ángel, María Auxiliadora y San Ignacio, Javier Carro, pastoral Colegio San José, Almudena y Gloria, de Santiago - El Salvador, Ana y Charo, de Santo Tomás de Aquino, Toñi y Emiliano, de San Antolín en Medina del Campo, Juancho, de Pilarica y pastoral de Jesuitinas, Juan Carlos, delegación y parroquias de Cigales y Corcos del Valle, Sabo, director de Catequética.

Tratamos temas como: ¿En qué suele acabar la catequesis? ¿Qué experiencia tenemos? ¿Por qué se va la gente al terminar la catequesis? Luces y sombras al respecto. ¿Qué podríamos o deberíamos hacer? ¿Qué les diríamos a los responsables de la catequesis? (obispo, delegado, párrocos).

La conversación fue muy rica y profunda, agradecemos la labor de tantos catequistas que sirven a la Iglesia desde esta misión evangelizadora. 

El contenido más pormenorizado saldrá a la luz en el próximo número de la revista. Ya publicaremos, D.m., su contenido.