sábado, 27 de marzo de 2021

SEMANA DE PASIÓN

Se acercan días intensos para un cristiano; los días de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor. Una semana para poder contemplar de forma prolonga
da el misterio de nuestra fe. Toda una invitación a intimar con la humanidad de Jesús el Señor, pasando por momentos fuertes, de dolor, silencio y gozo, porque la Vida plena es la eterna. La muerte no tiene la última palabra y en la vida según Dios, la muerte ha sido vencida.

            Desde el punto de vista de la catequesis, son días fundamentales que se quedarán grabados, tanto en el catecúmeno como en el catequista. El kerigma, centro de la predicación de los apóstoles, y hoy de la nuestra, se centra en la transmisión de este mensaje de salvación: “Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a su vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche que iban a entregarlo, tomó pan y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía” (1Cor 11, 23-26). 

            El Jueves Santo es un día intenso que se divide en tres partes: mañana, tarde y noche. La Misa Crismal, aún en tiempo cuaresmal, bendice y consagra los óleos que serán utilizados en los sacramentos de la Iniciación cristiana. Por la tarde, para vivir la Eucaristía y el gesto del lavatorio en el cenáculo de cada comunidad; recibiendo la gran lección de labios y manos del Maestro: amor y servicio. Aspectos claves: Eucaristía – sacerdocio – caridad fraterna. La noche invita al recogimiento, acompañando a Jesús en Getsemaní.

            El Viernes Santo, cruz y gloria, solidarizándonos con los crucificados de la Historia. Hoy con la pandemia que vivimos, sufrimos la cruz pesada que nos postra, viendo cantidad de yacentes en los hospitales o residencias de ancianos, nazarenos y cirineos que comparten  el dolor y la enfermedad.

            Sábado Santo. María y silencio. La ausencia, ayuda a valorar la Presencia.

            La Vigilia Pascual nos ofrecerá los sacramentos de la Iniciación cristiana para unos, y la renovación del Bautismo para los ya iniciados: ¿renuncias? ¿crees? La luz de Cristo, que ilumina las tinieblas, empezando por las de la iglesia, nos plantará en la cumbre pascual: la Resurrección del Señor. 

¡FELICES PASCUAS!

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