lunes, 22 de junio de 2020

FIN DE CURSO ATÍPICO


Este será un curso pastoral que seguirá abierto en el tiempo. Desde el punto de vista del acompañamiento de procesos de conversión que conducen a la fe, dentro del itinerario que propone la Iniciación cristiana, apostamos por una personalización que no debería estar sometida a un tiempo que tenga que coincidir con el curso escolar. Aunque la realidad es otra, y sí solemos fijarnos en los plazos establecidos por el marco escolar. Realmente el curso escolar, en muchas ocasiones, establece los ritmos de nuestra sociedad.
            Pero este tiempo que nos está tocando vivir sí ha trastocado estos esquemas que parecían inamovibles, como tantas cosas, y se han tenido que alterar aquellos cimientos sobre los que parece se construye un estilo de vida. La pandemia de la covid-19 nos ha reducido a estar mucho tiempo confinados en nuestras casas, impidiendo el desarrollo normal que se venía teniendo.
            Y digo que el curso pastora queda abierto porque, por ejemplo, las celebraciones de Primera Comunión que no se han podido celebrar durante el tiempo de la Pascua, ahora -con el paso a la llamada “nueva normalidad”- se podrán llevar a cabo, siguiendo los consejos y normas que se estipulen desde nuestras autoridades sanitarias, así como las recomendaciones eclesiales, etc.
            Las parroquias ya van proponiendo nuevas fechas a las familias, que indudablemente tendrá que prevalecer el sentido común, con mucha prevención hacia cualquier contagio, que no tenga que ver con el contagio del amor de Dios.
            Algunas veces nos preguntamos que sucederá en un futuro próximo, si habrá rebrotes, etc. y eso no lo sabemos, pero tendremos que hacer todo lo posible para que esto no ocurra. En ningún caso deberíamos precipitarnos. Las celebraciones quizá tengan que cambiar la forma, adaptándose a estas circunstancias que nadie las ha elegido, pero el fondo permanece; esto es la dignidad del sacramento.
            Sería recomendable que los niños y las familias ya participen de la Eucaristía del Domingo. El Señor mismo, a través de sus palabras y acciones, es quien no va guiando en una relación íntima con Él.
Lo que está claro es que si de los catequistas se requiere que seamos creativos, el momento actual obliga más -si cabe- a serlo; tendremos que adoptar algunas mediaciones para seguir mostrando el rostro amable y misericordioso de Dios, a través de su Iglesia.
Feliz verano para todos y pidamos al Señor, que nos conceda que nuestros sueños se realicen, y que no vuelvan las pesadillas, que nos dé salud para todos y el descanso eterno para todos los que han fallecido.


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