martes, 14 de mayo de 2019

ENTREVISTA A JUAN CARLOS - MARTA GARAY - SOBRE LAS PRIMERAS COMUNIONES

Con la llegada del mes de mayo nos acercamos a la celebración del sacramento de la Eucaristía desde el testimonio de las familias y los niños que lo reciben por primera vez. Se trata de uno de los momentos más importantes que un niño vive en su infancia, ya que espiritualmente está preparado para recibir el sacramento de la Eucaristía. Mientras que, para la comunidad católica, es un acontecimiento que recibe la familia y debe ser vista como una gran fiesta de la fe. Del Sacramento de la Eucaristía vamos a hablar los próximos minutos con el delegado de catequesis de nuestra Diócesis, Juan Carlos Plaza, muy buenas tardes.
Hola Marta, buenas tardes, buenas tardes a todos los que nos escuchan a través de COPE.
- Con los tres sacramentos de la Iniciación cristiana, -Bautismo, 1ª Comunión y Confirmación- se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. ¿De qué manera?
Pues por medio de ellos se comunican los tesoros abundantes de la vida divina. Y es así desde los tiempos de los apóstoles, los sacramentos de la Iniciación Cristiana, con sus etapas, son el camino válido para ser cristiano. 
El Bautismo es como el pórtico de la vida en el Espíritu, como un nuevo nacimiento, es el sacramento de la fe. 
La Confirmación es la fuerza del Espíritu, la plenitud de la gracia bautismal, el sello y la marca de la identidad cristiana.
La Eucaristía es el manjar de la vida eterna, propiamente es el alimento que culmina la Iniciación cristiana, la fuente y la cumbre de la vida eclesial, el compendio de la fe. 
Y aunque no sea sacramento propio de la Iniciación cristiana, se incluye la primera penitencia que se celebra antes de la primera comunión, en la que se recibe el perdón, la misericordia de Dios. 

- ¿Qué supone para los niños que se han estado preparando en catequesis participar por primera vez en la Eucaristía?
            Pues los niños, que han estado preparándose para este momento durante unos años, para ellos supone un gran acontecimiento; sus catequistas, sus papás, incluso en el colegio, les han podido ayudar a caer en la cuenta del paso tan importante que van a dar, ellos desde su comprensión esperan recibir a Jesús en su corazón. Lo que pasa, desgraciadamente, es que esto, que es tan grande para los niños y para la Iglesia, queda un tanto difuminado por otra serie de condicionantes que nublan de alguna manera lo central: recibir a Jesús en la Eucaristía.

- ¿Cuáles son los ritos que caracterizan a este Sacramento?
            Pues mira, al principio me preguntabas por los fundamentos de la Iniciación cristiana, y es que la Iniciación cristiana es un proceso, el proceso que va de la no fe a la fe, es un proceso de conversión por medio del cual las personas nos hacemos cristianos. Es verdad dentro de este itinerario se reciben los sacramentos, pero hay un camino, en el que claramente ha habido algunos ritos, que es lo que llamamos celebraciones, entregas, etc. ¿no? Tal y como se recogen –por ejemplo- en el catecismo Jesús es el Señor. Y se nos proponen, por ejemplo, la entrega del catecismo, la cruz, el credo, la oración del Padre Nuestro, la celebración de la renovación de las promesas bautismales, etc. que se han de realizar a lo largo de los años de catequesis.
            La Primera Comunión, como no podría ser de otra manera, es la celebración de la Eucaristía: Ritos de entrada, acto penitencial, escucha de la Palabra, ofertorio, plegaria eucarística, oración del padre nuestro, paz, comunión, bendición y envío. Estas son las partes de la Eucaristía. 
            Voy a hacer un poco autocrítica, a veces nuestras celebraciones son compendio de lo que se debería realizar a lo largo de la catequesis, de las celebraciones previas a la de la Primera Comunión, y convertimos en la celebración del Domingo. una macro celebración, que muchos cristianos van a intentar esquivar. 


- Para la celebración de la 1ª Comunión, ¿es fundamental vivir un proceso de maduración en la fe acompañados por la familia y la comunidad eclesial?
            Como lo sabes Marta. Es que cuando esto no es así, es como por ejemplo cuando llevamos un traje que no está cosido, sino que está hilvanado: corremos el riesgo de perderlo. Así pasa en la vida cristiana, por eso para muchos niños, también desgraciadamente, recibirán la Primera Comunión, y casi me atrevo a decir la última, o pasará mucho tiempo hasta la siguiente. 
            Los padres, que son los principales responsables de la fe de sus hijos, habrán de ser los principales motivadores en la fe, y cuando esto no es así, se nota. Esto se aprecia claramente cuando por ejemplo un niño hace una actividad en la que los padres están muy interesados: en el mundo del deporte, de la música, de los idiomas, por poner un ejemplo, los padres les animan, les llevan, se hacen amigos de otros padres. Esto es justo lo que también debería pasar en la Iglesia: padres que son motivan a sus hijos para ser creyentes, que participan de la vida de la parroquia, de lo que esta propone no solo en lo que tiene que ver con la marcha de la catequesis o de la celebración dominical, sino también en lo que la comunidad propone fuera de su sede. 
Y la comunidad eclesial debería funcionar como, también, responsable de esta maduración de la fe. La comunidad catequiza siendo referente, modelo, para los más pequeños.

- ¿Cómo se prepara a los niños para vivir este momento tan significativo en su iniciación cristiana? ¿Cuánto tiempo dura?
            La diócesis de Valladolid hace unos años que renovó el Directorio para la Iniciación cristiana de los sacramentos, y en este documento se nos ofrece a todas las parroquias, tanto del mundo rural como de la ciudad, unas pistas que puedan ayudarnos a la unanimidad de criterios entre todos. Por ello la propuesta en Valladolid es que la catequesis tenga una duración de dos a tres años. Que la verdad no es así, porque los niños comienzan casi en octubre y concluyen cada año en mayo, si no es antes, con lo cual fíjate la cantidad de tiempo que no tienen catequesis, sin contar vacaciones. La pena de todo este proceso es que sigue el calendario escolar y no debería ser así. 
            Y la preparación debería ser personalizada, pero no siempre es posible, en primer lugar, porque muchas veces nuestras parroquias no tienen infraestructura suficiente, especialmente por la escasez de catequesis. Pero los niños se preparan a través de la catequesis semanal, la Eucaristía Dominical, la transmisión de la fe en la familia y lo que les pueda aportar como formación la clase de religión. Esto ha de ayudarles a ir conociendo a Jesús, al que desean amar y seguir.

- ¿Qué hacen los niños y niñas durante la catequesis que no hacen en ninguna otra actividad que realizan?
            Qué triste es cuando se confunde catequesis con una actividad más. Esto no es así. La catequesis ofrece un camino de crecimiento interior en el que se profundiza principalmente en cuatro notas: la iniciación a la oración, hablar con Dios como un amigo habla con otro amigo, iniciación a la celebración, vamos haciendo con lo que tú me preguntabas antes de las partes del rito, iniciación a la vida cristiana, cómo vivimos los cristianos, cómo nos comportamos y, finalmente, iniciación en el creer, conocer los artículos del Credo, en lo que se basa nuestra fe. Todo esto adaptado a una edad. Los catequistas, los padres, les transmiten la experiencia vital de la fe de la Iglesia.

- Y los padres, ¿también reciben catequesis en ese tiempo?
            Ojalá pudieran recibirla todos. Hay parroquias que han optado por la catequesis familiar, en sus diferentes variantes, que ahora, no voy a explicar por el poco tiempo que tenemos. Pero, claramente si son los padres los principales catequistas de sus hijos, estos deberían tener una formación que les acredite para apoyar a sus hijos. No obstante, la Misa Familiar de cada domingo, y su expansión en la vida familiar, sería la mejor manera de crecer juntos en la familia.

- No hay que olvidar que, tras la 1ª Comunión, se debe continuar trabajando para que los niños refuercen este compromiso.
            Sí, el lema de nuestro curso pastoral dice: “en comunidad nos iniciamos y perseveramos en la fe”, pues eso, la familia es Iglesia doméstica, cuando ahí se refuerza luego también se nota en la parroquia.
- En la actualidad, algunas familias han desvirtuado el verdadero significado de este sacramento, dando una mayor importancia a cómo van vestidos los niños y niñas o la fiesta posterior, sin vivir en profundidad su experiencia de fe. ¿Qué se puede hacer ante esta situación?
Es verdad, hace tiempo, que yo en las parroquias en las que he estado con suficiente tiempo he intentado ayudar a reflexionar a los padres y les he dicho: “¿no estamos exagerando?”. Ellos lo tienen que saber, luego van a hacer lo que quieran, pero como Iglesia tenemos la obligación de ofrecer propuestas que tengan que ver con el mensaje de Jesús en el Evangelio. El Papa nos previene de frases como: “es que siempre se ha hecho así”, bueno pues no tengamos miedo a ofrecer, no a imponer. La verdad que son muchos factores los que giran alrededor de una celebración de Primera Comunión. Pero también veo que hay familias que optan y se salen de lo establecido presentando a sus hijos de una forma sencilla, más acorde –quizá- con este tiempo. 
- ¿Es necesario mostrar a los padres que lo más importante de la catequesis no es hacer o recibir la primera comunión, sino encontrarse con Jesús? 
            Pues ya lo he dicho antes, es lo fundamental, es como si quisiéramos leer un libro y antes de terminarlo nos cuentan el final, a todos nos gusta disfrutar leyéndolo, pues así pasa con la catequesis, no podemos estar pendientes de una meta sin gustar el recorrido.
- Centrándonos en nuestra Diócesis, ¿cómo ha sido la evolución de los niños que han tomado la 1ª Comunión? (datos) 
Este año se incorporarán por vez primera a la Mesa del Señor unos 3.000 niños.

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