Dios no hace distinciones y acepta al que lo teme y práctica la justicia
Quien no ama no ha conocido a Dios....Dios ama mandando a Jesús a morir por nosotros.
Como el Padre me ha amado, así os he amado yo, permaneced en mi amor....Os hablo así para que mi alegría esté en vosotros y llegue a la plenitud....yo os he elegido para que deis fruto.
SIGNOS QUE VAMOS A UTILIZAR: Preguntas a los niños. Un móvil, o una la PSP, y un corazón recortado
Homilía.
Estamos en el 6º Dgo de Pascua, estamos terminando este tiempo Pascual.
Jesús está terminando su labor en esta tierra, y preparando su despedida, por ello lo fundamental es que los discípulos, que tendrán que seguir su labor cuando él se haya marchado al padre, tengan claro lo que tienen que hacer.
Y hoy trata de explicárnoslo también a nosotros, que estamos metidos en tantos líos, tantos estrés. Y tenemos que tener claro qué es lo que tenemos que hacer, lo prioritario, lo más importante en la vida de un cristiano.
Por eso, os voy a hacer dos preguntas, a los niños, que habéis nacido en la era digital. La 1ª: ¿quién tiene móvil? ¿Y PSP? ¿qué es lo que os hace más felices, pero de verdad? ¿ y por lo tanto a qué cosa le dedicáis más tiempo y atención?
Seguramente al móvil o los juegos de la PSP.....¿a que se pasa bien jugando con los amigos y hablando con todos por wasapp...? ¿cuánto tiempo le dedicáis?.
Y ahora vamos a ponernos en otra situación completamente distinta, difícil y dura, de sufrimiento, que ojalá no os ocurra a vosotros, pero que de verdad ocurre, yo tengo a varios alumnos enfermos de cáncer. Si vieseis que la vida se os va ¿que harías en esas dos horas que te han dado de vida?...
Seguramente decirles a tus padres, abuelos, que los queréis......
Os dáis cuenta que cuando la vida nos zarandea, nos quedamos con lo esencial de nuestra vida... es el amor.
Este es el gran mensaje de Jesús, cuando casi se está despidiendo de sus discípulos para ir al Padre …... Amaos, pero no de cualquier forma, sino como yo os he amado: en las dos dimensiones de la cruz: Amar a Dios amando al prójimo, empezando por los que están más cerca de nosotros.
pero no un amor cualquiera, sino un amor como el suyo
un amor como el que Jesús nos enseña, el mismo amor que el Padre nos da, un amor como seguro que nos aman nuestros padres, un amor sin medida, que es capaz de dar la vida por el otro, de perdonar siempre, aunque no lo merezcamos.
¿Y nosotros cómo demostramos ese amor?
A nuestros padres
A nuestros abuelos.
A nuestros amigos.
Dios nos ha elegido, a tí y a mí, con nuestros defectos para que demos frutos... de amor sin medida a Dios y a los demás.
para que tratemos de construir aquí un adelanto del cielo.
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