domingo, 8 de noviembre de 2020

FORMACIÓN DEL CATEQUISTA

 

         Hace casi diez años que nuestra Delegación di
ocesana de catequesis ofreció un itinerario de formación para catequistas. Cada semana se ofrecían materiales a través de nuestro blog:
www.catequesisvalladolid.blogspot.com y una vez al mes nos reuníamos los catequistas matriculados para poder recibir la exposición de cada tema, compartir inquietudes y exponer dudas. Esta formación aún se puede descargar de dicho blog

         Sí me gustaría recordar, a modo de esquema, algunos aspectos en los que se centraba y que son de vital importancia para la formación de todo catequista. Cada parte se desarrolló a lo largo de un curso.

         1º Identidad y vocación del catequista. En este primer bloque se partía de la misión evangelizadora de la Iglesia, y cómo dentro de esta está el quehacer propio de la catequesis, cuyo objetivo pretende que el candidato a ser cristiano intime con la persona de Jesucristo. Así, pues, la catequesis iniciática o catequesis de inspiración catecumenal, dijimos, ofrece un nuevo paradigma de la catequesis, propone abiertamente un itinerario de conversión. El catequista, llamado por el Señor para ser ministro de la catequesis, es quien acompaña este proceso, con la identidad propia que la Iglesia le sugiere.

         2º Los destinatarios. Después de fijarnos en la persona del catequista, nos centramos en los catecúmenos. Partiendo de Jesucristo, fuente de la cultura, poder entablar una contextualización entre la catequesis y la cultura actual, es decir, con el fin de determinar el contexto del anuncio hoy. Así podemos recorrer por edades los distintos acentos psicosociales que afectan al destinatario, así como metodología más apropiada para cada etapa: despertar religioso y catequesis familiar, infancia, infancia adulta y preadolescencia, juventud y adultos. Además, dejándonos afectar por la catequesis en la diversidad.

         3º Los misterios cristianos. Sería el último bloque, en el que, partiendo de la integración entre catequesis y liturgia, aportaríamos los fundamentos litúrgicos propios de la catequesis: la oración y la celebración, así como todo lo que busca armonizar estas dos caras de una única moneda. A partir de ahí, fuimos recorriendo los distintos sacramentos, “signos visibles de Dios que es invisible”.

         Ciertamente, hay más aspectos que interesan a un catequista, respecto a su formación: Sagrada Escritura, Moral, Eclesiología, Doctrina Social de la Iglesia, etc. y, especialmente, una metodología propia para un tiempo como el que nos está tocando vivir. A parte de vivir en la Presencia del Señor, para desde ahí narrar en la catequesis que Dios es amor.

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