miércoles, 23 de noviembre de 2016

ADVIENTO 2016


            “Permítanme que, ante la proximidad del primer domingo de adviento y comienzo del Año Litúrgico, nos deseemos todos una buena preparación espiritual para la llegada de la Navidad”. Estas, queridos amigos, fueron las últimas palabras con las que el rey Felipe VI terminó su discurso el pasado martes, como agradecimiento de la labor encomiable realizada por la Iglesia en España. Y lo hizo en el salón de la plenaria de la Conferencia Episcopal Española en el tiempo en el que esta celebra sus más de cincuenta años de andadura.

             Estremecedoras palabras en un tiempo en el que parece que dar testimonio de la fe solo se espera en el ámbito personal o eclesial. Gracias Don Felipe por reconocer públicamente un deseo tan sincero y bondadoso como es el advenimiento de Nuestro Señor, que viene para llenarnos de alegría, paz y prosperidad.

             El tiempo de adviento se nos ofrece a todos como un itinerario de fe, esperanza y caridad. Ánimo, estamos a punto de empezar.

 

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