El pasado 2 de octubre, tuvo lugar en la parroquia de La Cistérniga el envío de 54 catequistas, para los casi 400 niños y jóvenes que se han inscrito este año en las actividades parroquiales. Fue un momento intenso de oración por estos agentes de pastoral que van a ser durante este año los labios, las manos, los pies... de la comunidad parroquial. 
Enviados en el nombre de Jesús, con la fuerza del Evangelio, a los más pequeños, con mucha ilusión y muchas ganas de ser testigos creíbles. Resonaban con especial fuerza las palabras de San Pablo a Timoteo: "Reaviva el don de Dios que recibiste por la imposición de las manos; Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio; no tengas miedo de dar la cara". 
Este año, el Envío ha tenido un sentido especial, ya que estamos en vísperas de la canonización de Ludovico Pavoni, sacerdote y educador, que también nos sugirió unas pistas para la catequesis. "Amad a los chavales que se os han confiado, como un depósito precioso y santo, queredlos como a las niñas de vuestros ojos", así decía el próximo Santo. Pedimos a Dios, la pasión, la energía y el celo pastoral de este hombre de corazón grande y generoso. Con este lema "la creatividad del amor", y con las indicaciones de la diócesis "acoger y comunicar la alegría del amor", nos hemos puesto en camino deseándonos un curso apasionante y lleno de entrega por los más pequeños.
Acabamos el Envío con una comida en la que cada uno puso lo mejor de sí mismo.
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