En
el día de La Inmaculada Concepción, el Papa Francisco ha inaugurado el Año
Jubilar de la Misericordia para toda la Iglesia universal.
Ya en su reciente viaje apostólico
al centro de África tuvo el detalle de anticipar esta apertura en la catedral
de Bangui. Reconociendo aquella ciudad como capital espiritual, pues en “una
tierra que sufre desde años la guerra, el odio, la incomprensión, la falta de
paz; en esta tierra sufriente – dijo Francisco-, también están todos los países
del mundo que están pasando por la cruz de la guerra”.
Nuestra diócesis también tendrá
la oportunidad de vivir este gran acontecimiento: será el próximo domingo a las
17,00h en la Catedral de Valladolid, celebración que será presidida por Don
Ricardo, nuestro padre y pastor.
Este año nos servirá para profundizar
todos en esta actitud cristiana: la misericordia. En la catequesis habremos de
iniciar en la misericordia, predicando con el ejemplo, como siempre. La
catequesis nos invita, también, a ejercer una obra de misericordia: “enseñar al
que no sabe”.
Qué bello es ver un grupo de
catequesis en el que los niños, junto a sus catequistas, viven con gozo el
deseo de conocer a Jesús el Señor; y –especialmente- con deseos de imitarlo
como rostro de la misericordia del Padre. La misericordia es para practicarla:
un corazón misericordioso, rico en misericordioso, capaz de perdonar, dará
testimonio del amor al Dios que se encarna en la ternura y debilidad de un niño.
Aprovechando que estamos en el año de la Misericordia, me atrevo a sugerir una entrada sobre cómo realizar una correcta confesión paso a paso.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus publicaciones