A final de mes, concretamente el próximo 28 de noviembre, comenzaremos el primero de los tres retiros para la familia que deseamos tener la Delegación Diocesana de Catequesis en colaboración con el Centro Diocesano de Espiritualidad.
Cuando hablamos de retiro, que nadie se asuste, tranquilos. Retiro es una palabra preciosa que nos habla de alejarse de donde habitualmente nos encontramos, fuera de nuestras casas y de todo aquello que nos pudiera distraer, desconectando por una mañana de tantos reclamos; nuestra única conexión Jesús el Señor.
Retiro quiere decir: crear ambiente, predisposición, deseo, docilidad, intimidad, etc. para facilitar el encuentro de la creatura con el Creador.
Será un tiempo precioso para novios, padres de niños de la catequesis, padrinos, para agentes de pastoral, etc. en el que poder cuidar la relación con el Señor, que a veces tanto nos cuesta en nuestros hogares, incluso en nuestras comunidades.
“Mira, estoy de pie a la puerta y la llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20). Jesús es el primer interesado de este encuentro, en el que tendrás la oportunidad de conocer a otros, orar, compartir la oración, celebrar el perdón y la Eucaristía, comer juntos.
Para ello contaremos con sacerdotes, con catequistas que nos guiarán durante estos días que buscan la paz interior y el encuentro con el Dios vivo que tanto te ama y trabaja por ti. Y no te preocupes, porque durante este tiempo contaremos con voluntarios que cuidarán de vuestros hijos.
Comenzaremos casi justo al inicio del adviento para preparar el camino del Señor (cf. Is 40, 3). Para que Él pueda llegar a tu vida y quedarse para siempre.
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