LA IGLESIA ESTÁ
PREPARADA
Hoy
día vivimos un tiempo nuevo, no se parece casi ni al de ayer, por eso el mundo
urge a la Iglesia una nueva evangelización. Ella sí está preparada para este
tiempo, pues como una barca, no está siempre anclada, sino que su misión es
navegar, evangelizar. En esta barca, imagen de la Iglesia, el timón siempre lo
lleva Jesús el Señor, es su Espíritu
el que sopla las velas y nos dirige; de nosotros se espera remar, remar con
ilusión, con alegría, con convicción, con esperanza, con ánimo, con ardor,…
Ciertamente muchas veces habrá que hacerlo contra corriente, pero al remar en
equipo, como un solo cuerpo, las fuerzas se suman.
Los
miembros de la Iglesia no debemos tener miedo a afrontar los signos de los
tiempos. Las nuevas circunstancias que se nos ofrecen cada día son retos y
desafíos para la evangelización. Al sentirnos hijos vivimos desde la confianza
y la seguridad de que el Señor es el que lleva la dirección (cf. Sal 23).
Por
ello, en lo que se refiere a la catequesis, preferimos la que inicia
cristianamente, que aquella que solo piensa en la meta. Estamos equivocados si
pensamos que la catequesis solo es necesaria para recibir los sacramentos,
especialmente los de la Iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y
Eucaristía. Muchos padres inscriben a los niños en la catequesis con esta
pretensión, pero realmente la parroquia, la Iglesia lo que ofrece es un proceso
de fe que debería ser personal para cada niño/a.
No
seamos nosotros obstáculo en la navegación y dejémonos inspirar para iniciar a
nuestros hijos en la vida de fe, iniciar en la vida cristiana, en la oración y
en la celebración de la Eucaristía dominical.
No hay comentarios:
Publicar un comentario