jueves, 6 de junio de 2019

Lecturas: Hch 2, 1-11 Sal 103 1 Cor 12 3-13 Jn 20, 19-23

Hechos: al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio resonó en toda la casa. Vieron aparecer unas lenguas como llamaradas encima de cada uno, y se llenaron todos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar lenguas extranjeras. Cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Salmo: envía tu Espíritu, señor, y de repuebla la faz de la tierra.
1ª Corintios: nadie puede decir que Jesús es Señor, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de servicios y de dones, pero un mismo señor que se manifiesta en cada uno para el bien común.
Juan: estaban los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Entró Jesús y se puso en medio de ellos y les dijo: paz a vosotros, y dicho esto les enseñó las manos y el costado. Y les dijo: recibir el espíritu Santo. 


Signos que vamos a utilizar :

• un foco o una lámpara portátil grande, con mucha luz que alumbramos sobre la cabeza de un niño voluntario. cuando está colocada directamente sobre la cabeza no hay sombra, cuando se va alejando de ese foco la sombra se va haciendo cada vez mayor.
• Varias linternas que van a encender varios voluntarios hacia la gente.


HOMILÍA

1) felicidades a todos, hoy culmina el tiempo pascual, con la Pascua de Pentecostés. Es la fiesta de la esperanza, de la confianza en el futuro, es la fiesta de la Iglesia, es mi fiesta y la tuya. Es la fiesta de la luz.
2) Necesitamos luz en medio de nuestra vida. ¿Qué pasa cuando se va la luz de nuestra casa?. No funciona la luz eléctrica, la televisión, la calefacción ni el aire acondicionado, la vitrocerámica, el microondas. Parece que todo se ha muerto dentro de casa. Cuando es invierno sólo queda acostarnos.
3) Es lo mismo que puede pasar muchas veces cuando la luz de la fe y de la confianza en Dios se va de nuestras vidas porque llegan los malos momentos: muere alguien a quien queremos, nos salen mal los exámenes, nos enfadamos con todo el mundo….. y no queremos salir, ni ver a nadie, nos encerramos en nosotros mismos. Estamos llenos de miedo, de pesimismo y desesperación. (Si es posible apagamos gran parte de las luces de la Iglesia, sobre todo del altar y del lugar en el que estamos explicando la homilía junto con un niño voluntario.)
4) Es lo mismo que les pasó a los discípulos, cuando ven morir a Cristo, la oscuridad y los miedos llegan a su vida.
5) Pero a ellos se le había olvidado algo fundamental, que Dios nunca falla, Jesús dijo: yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Dios no nos deja solos, como un padre jamás deja sólo a sus hijos en los momentos de dificultad. Dios no se cruza de brazos cuando lo estamos pasando mal, al contrario, sale a nuestro encuentro para intervenir en nuestra vida y ayudarnos.

6) Por eso Jesús aparece en medio de la habitación cerrada por los miedos. Aparece en la oscuridad de sus discípulos, igual que aparece en la oscuridad de nuestra vida. 
a) (Encendemos el foco sobre la cabeza de los niños voluntarios) Sus palabras son también para nosotros hoy : paz a vosotros, paz dentro de tu vida, paz y esperanza en tu historia, confianza en Dios y en el futuro. Son las mismas palabras que le dicen los padres a los hijos desde la experiencia de la vida, palabras de confianza, de consuelo y de esperanza. Yo también pasé por esa situación, también desesperé, también pensaba que el mundo se me hundía; pero siempre, después de la oscuridad llega la luz, de la tormenta sale el agua pura. Dios siempre aparece en la oscuridad para poner luz, esperanza y sabiduría en nuestra vida.
7) Cuanto más cerca estamos de esa luz, más claridad vemos en nuestra vida y en nuestros actos. (Nos damos cuenta que cuando tenemos la luz sobre nosotros la sombra no existe, pero cuando nos alejamos de la luz la sombra se va haciendo cada vez más larga) Es la luz de la sabiduría, de la confianza en el futuro y en los demás. Cuanto más nos alejamos de esa luz, más oscuridad ahí dentro de nosotros y de nuestra vida. Esa luz es hoy la Iglesia. Somos nosotros los que libremente nos acercamos o nos alejamos de ella. Es la luz de la palabra de Dios, del compromiso y del amor por los demás.
8) Y cuando esa iluminación llega dentro de nosotros, nos convertimos en ese muñeco sin pilas al que de pronto se le recargan las pilas, y sale como loco a demostrar lo que puede hacer. Es la experiencia del que está ciego y ve la luz, del que está hundido y sale del pozo. En la experiencia del amor y la esperanza. Una experiencia que no puede quedarse callada, sino salir a la luz. 
a) (Algunos niños salen con linternas a enfocar a los demás) Y hablamos de vida, porque hay muchas personas que están necesitadas de esa luz, necesitadas de que le contemos nuestra experiencia para que sea iluminadora en sus problemas. El idioma de la vida y la experiencia todo el mundo entiende.
9) Tú quieres que todos seamos felices, quieres un mundo de amor y de entrega, de hermanos que se ayudan, un mundo en el que todos seamos una gran familia.

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