domingo, 26 de julio de 2015

SAN JOAQUÍN y SANTA ANA



Domingo 26 de Julio – 17° del Tiempo Ordinario – Ciclo B
Santa Ana y San Joaquín, padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús
¡FELIZ DÍA, QUERIDOS ABUELOS!

miércoles, 15 de julio de 2015

FIESTAS PATRONALES

Llegado el verano ya se sabe que muchos de nuestros pueblos comienzan a vivir las fiestas patronales. Precisamente este fin de semana se celebran en Cigales, una de mis parroquias, las fiestas de Santa Marina.

En este sentido me parece importante traer a colación el segundo catecismo para la Iniciación cristiana Testigos del Señor. El cual sigue el esquema de la Vigilia Pascual y se divide en cinco partes: Jesucristo es la luz, la Palabra, la Verdad, la Vida y el Camino. 

A lo largo del catecismo se nos proponen algunos santos, como, María, Abrahán, Moisés, David, Juan el Bautista, Pedro, Pablo, San Agustín, San Benito, San Juan de Dios, Santa Teresa de Jesús y San Francisco de Javier. 

Todos ellos, junto a muchos otros, nos presentan la santidad como posible. Y cada uno de ellos no es que nacieran siendo santos y santas, sino que se fueron haciendo. Por esta razón, también, nuestros pueblos, ciudades, gremios, etc. tienen santos con los que poderse identificar. Por eso patrón porque es en quien nos fijamos para ser como Jesús el Señor. 

En este sentido, por ejemplo, los cigaleños pueden ver en Santa Marina, virgen y mártir, un modelo de ser cristiana, especialmente para los jóvenes. Ella era muy joven y luchó, incluso costándole la vida, por defender la fe. Santa Marina en la defensa de lo que más quería, como valor supremo, dio la vida. 

Ahora, cabe la pregunta: ¿es necesario que nosotros tengamos que ser mártires para vivir en profundidad nuestro cristianismo? ¡No!, si tomamos como mártir aquel o aquella que muere por seguir a Jesús. Pero “mártir”, etimológicamente, significa “testigo”. Entonces, ¡sí! debemos de dar testimonio y no avergonzarnos de profesar nuestra fe, dentro y fuera de la iglesia.

San Buenaventura

"El gozo espiritual es la mejor señal de que la gracia habita en un alma", escribió una vez San Buenaventura, Doctor de la Iglesia, conocido como “Doctor Seráfico” por sus escritos encendidos de fe y amor al Señor. Su fiesta se celebra el 15 de julio.

San Buenaventura nació en Italia por el 1221. Después de tomar el hábito de la orden franciscana, estudió en la Universidad de París (Francia). Más adelante enseñó teología y Sagrada Escritura en ese mismo centro de estudios.

Dedicaba mucho tiempo a la oración y su rostro alegre y sereno era el reflejo de su alma. Sin embargo, empezó a considerarse indigno, lleno de faltas, y algunas veces se abstenía de comulgar, a pesar que su alma lo deseaba con todo su amor.

Pero Dios le mostró su misericordia y tuvo una revelación divina en la que recibió la comunión. Desde aquel día, San Buenaventura comulgó normalmente y luego se preparó a recibir el orden sacerdotal.

Compuso su “Comentario sobre las sentencias de Pedro Lombardo”, que es una gran suma de teología escolástica. "La manera como se expresa sobre la teología, indica que el Espíritu Santo hablaba por su boca”, decía el Papa Sixto IV de esta obra.

jueves, 9 de julio de 2015

Homilía del Papa Francisco en la Santa Misa de Santa Cruz - Bolivia

Hemos venido desde distintos lugares, regiones, poblados, para celebrar la presencia de vida de Dios entre nosotros. Salimos hace horas de nuestras casas y comunidades para poder estar juntos, como Pueblo Santo de Dios. La cruz y la imagen de la misión nos traen el recuerdo de todas las comunidades que han nacido en el nombre de Jesús en estas tierras, de las cuales nosotros somos sus herederos.

En el Evangelio que acabamos de escuchar se nos describía una situación bastante similar a la que estamos viviendo ahora. Al igual que esas cuatro mil personas, estamos nosotros queriendo escuchar la Palabra de Jesús y recibir su vida. Ellos ayer y nosotros hoy junto al Maestro, Pan de vida.

Me conmuevo cuando veo a muchas madres cargando a sus hijos en las espaldas. Como lo hacen aquí tantas de ustedes. Llevando sobre sí la vida, y el futuro de su gente. Llevando sus motivos de alegría, sus esperanzas. Llevando la bendición de la tierra en los frutos. Llevando el trabajo realizado por sus manos. Manos que han labrado el presente y tejerán las ilusiones del mañana. Pero también cargando sobre sus hombros, desilusiones, tristezas y amarguras, la injusticia que parece no detenerse y las cicatrices de una justicia no realizada. Cargando sobre sí, el gozo y el dolor de una tierra. Ustedes llevan sobre sí la memoria de su pueblo. Porque los pueblos tienen memoria, una memoria que pasa de generación en generación, los pueblos tienen una memoria en camino.

martes, 7 de julio de 2015

Homilía del Papa en Quito

La palabra de Dios nos invita a vivir la unidad para que el mundo crea.
Me imagino ese susurro de Jesús en la última Cena como un grito en esta misa que celebramos en «El Parque Bicentenario».  Imaginémoslo juntos.  El Bicentenario de aquel Grito de Independencia de Hispanoamérica. Ése fue un grito, nacido de la conciencia de la falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, «sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno» (Evangelii gaudium 213).
Quisiera que hoy los dos gritos concorden bajo el hermoso desafío de la evangelización. No desde palabras altisonantes, ni con términos complicados, sino que nazca de «la alegría del Evangelio», que «llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento» de la conciencia aislada (Evangelii gaudium 1). Nosotros, aquí reunidos, todos juntos alrededor de la mesa con Jesús somos un grito, un clamor nacido de la convicción de que su presencia nos impulsa a la unidad, «señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable» (Evangelii gaudium 14).
«Padre, que sean uno para que el mundo crea», así lo deseó mirando al cielo. A Jesús le brota este pedido en un contexto de envío: Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. En ese momento, el Señor está experimentando en carne propia lo peorcito de este mundo al que ama, aun así, con locura: intrigas, desconfianzas, traición, pero no esconde la cabeza, no se lamenta. También nosotros constatamos a diario que vivimos en un mundo lacerado por las guerras y la violencia. Sería superficial pensar que la división y el odio afectan sólo a las tensiones entre los países o los grupos sociales. En realidad, son manifestación de ese «difuso individualismo» que nos separa y nos enfrenta (cf. Evangelii gaudium, 99), son manifestación de la herida del pecado en el corazón de las personas, cuyas consecuencias sufre también la sociedad y la creación entera. Precisamente, a este mundo desafiante, con sus egoísmos Jesús nos envía, y nuestra respuesta no es hacernos los distraídos, argüir que no tenemos medios o que la realidad nos sobrepasa. Nuestra respuesta repite el clamor de Jesús y acepta la gracia y la tarea de la unidad.

Testimonio de Ana Velázquez sobre el XXII Aula de Verano en Ávila






Alrededor de 85 catequistas de Iglesia en Castilla se reunieron en el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) de Ávila en una nueva edición del aula de verano que las diócesis de Ávila, Segovia, Osma-Soria, Burgos, Valladolid, Palencia, Salamanca, Zamora y Ciudad Rodrigo llevan a cabo cada primer fin de semana de Julio.

Los Obispados de estas diócesis de Iglesia en Castilla a través de sus delegaciones de catequesis, organizan estas jornadas desde hace 22 años, dirigidas generalmente a los catequistas que dentro de las parroquias o arciprestazgos desempeñan, o pueden desempeñar, una función de animación o coordinación. Aunque este año estaban abiertas a todo el que quisiera participar.


Estas vigésimo segundas jornadas han estado dedicadas a la belleza en la transmisión de la fe y en la catequesis, con una especial referencia al catecismo “Testigos del Señor” que se presentó en el Aula del año pasado desde la Subcomisión Episcopal de catequesis de la Conferencia Episcopal. Un Catecismo en el camino de la belleza. La belleza, resplandor de la verdad y fuerza del bien, de aquí el tema de este curso.

lunes, 6 de julio de 2015

Homilía del Papa Francisco sobre la familia en el parque San Mamanes Guayaquil

El pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar es el primer signo portentoso que se realiza en la narración del Evangelio de Juan. La preocupación de María, convertida en súplica a Jesús: «No tienen vino» le dijo y la referencia a «la hora» se comprenderá, después en los relatos de la Pasión. Está bien que sea así, porque eso nos permite ver el afán de Jesús por enseñar, acompañar, sanar y alegrar desde ese clamor de su madre: «No tienen vino». 

Las bodas de Caná se repiten con cada generación, con cada familia, con cada uno de nosotros y nuestros intentos por hacer que nuestro corazón logre asentarse en amores duraderos, en amoresfecundos y en amores alegres. Demos un lugar a María, «la madre» como lo dice el evangelista. Hagamos con ella, ahora, el itinerario de Caná.

María está atenta, atenta en esas bodas ya comenzadas, es solícita a las necesidades de los novios.No se ensimisma, no se enfrasca en su mundo, su amor la hace «ser hacia» los otros, tampoco busca a las amigas para comentar lo que está pasando y criticar, la mala preparación de las bodas y como está atenta con su discreción se da cuenta de que falta el vino. El vino es signo de alegría, de amor, de abundancia. Cuántos de nuestros adolescentes y jóvenes perciben que en sus casas hace rato que ya no hay de ese vino. Cuánta mujer sola y entristecida se pregunta cuándo el amor se fue,cuándo el amor se escurrió de su vida.

LA BELLEZA EN LA TRANSMISIÓN DE LA FE y en la catequesis - Iglesia en Castilla. Ávila, 3-4 de Julio de 2015

Crónica del Aula XXII de verano para catequistas por la Hna Ángela Gómez Gómez, stj.

El encuentro del Aula de verano de este año tuvo como lugar de acogida y reunión el “Centro internacional Teresiano Sanjuanista” de Ávila, que los asistentes consideramos un lugar adecuado por estar en el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús y ser una casa destinada al estudio y reflexión del carisma teresiano.

El tema elegido de “La belleza en la transmisión de la fe”, resultó interesante y motivador. 

Los ponentes fueron explicitando el contenido con diversas e interesantes exposiciones, bien preparadas y sugerentes que despertaron el interés de los asistentes. 

Los ponentes y las ponencias fueron las siguientes:

.Mons. César Franco Martínez, Obispo de Segovia, La belleza en el camino de la transmisión de la fe y la catequesis, después de exponer las razones de su exposición, se detuvo en los siguientes aspectos: La revelación cristiana: epifanía de la belleza de Dios. La belleza de la iglesia, Cuerpo de Cristo. La belleza en la transmisión de la fe (catequesis y liturgia) y para terminar su exposición hizo una bajada a la realidad: La vida cristiana, epifanía de la belleza de Dios.

. Don Raúl García Herráez 

Describió la belleza como medio para la experiencia religiosa: Lo bueno, lo bello y la verdad son palabras que expresan algo del contenido que tiene la palabra belleza al servicio de la transmisión de la fe. Dijo, que la belleza tiene mucho que ver con el asombro y el entusiasmo, como caminos para la experiencia de Dios en el hombre. Y que Cristo, su amor es la verdadera belleza del amor de Dios. 

Alertó de los peligros en la celebración litúrgica y de los aspectos que se deben cuidar. La Liturgia y la catequesis deben comunicar el Misterio de Cristo.


Don Óscar Robledo Merino; comisario local de la Exposición “Teresa de Jesús; maestra de oración”, explicó en su ponencia: la G

énesis de la Edades del hombre, haciendo un recorrido por los distintos temas y lugares en el camino recorrido desde su comienzo hasta hoy.

Destacó el valor evangelizador de estas exposiciones para explicar a través de ellas las verdades de la fe y dar conocer al pueblo el patrimonio religioso, cultural y artístico que posemos. Nos motivo y preparó para el recorrido que hicimos por la tarde.

Don Gaspar Hernández Peludo

Su exposición se centró en dos aspectos: “Narrar la fe a través de las obras de arte” y “Orar contemplando una obra de arte”. 

Subrayó que lo importante de la imagen en el cristianismo es que esta imagen se convierta en trasparencia de Dios y que es muy importante para la transmisión de la fe.. Y que se dan rasgos muy comunes entre la experiencia estética la experiencia religiosa.

Expuso con práctica y pedagogía, La narración de la fe en las obras de arte ofrecidas en el CCE y Compendio. Y presentó como final a Cristo, buen Pastor , imagen del catequista y de la catequesis.

Todo esto a modo de síntesis. El ambiente fue bueno y distendido. La acogida de la casa estupenda. Y La asistencia podía a ver sido mayor, pero fue suficiente.

Las oraciones y celebraciones bien preparadas y participadas. Y , ya en nuestras casas, a descansar y a rumiar lo vivido que nos ayudará mucho en el futuro.

Gracias al equipo de Delegados por esta oportunidad tan estupenda. Hasta otro año.





miércoles, 1 de julio de 2015

ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA EL VERANO

           
El verano ya ha llegado y desde la Delegación diocesana de catequesis ofrecemos una serie de recomendaciones para este tiempo estival:

1. Es verdad que la vida parroquial durante estos casi tres meses (julio, agosto y septiembre) levanta el pie del acelerador y son muchas las actividades parroquiales que se suspenden. Necesitamos descansar, coger fuerzas, pero ¡ojo! no frenemos de golpe y cortemos radicalmente nuestra presencia hasta septiembre.

2. Aprovecha para leer. En estos momentos tenemos la nueva encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’. Una lectura descansada y reposada pero al mismo tiempo profunda, en la paz de tu casa, en el lugar de vacaciones, etc.

3. Sería bueno buscar momentos para encontrarse con Jesús el Señor, Él se va de vacaciones contigo, Él está contigo, allí donde tú vayas, Dios está con nosotros. Alábale en la creación: el monte, la playa, las personas, la familia, en la calle, etc. Vive el Domingo y medita la Palabra de Dios.

4. A veces tu parroquia, la diócesis, o, incluso en los lugares donde te muevas para las vacaciones, hay oportunidad para la formación, para poder colaborar, para participar en campamentos, en encuentros como el que se realizará este verano en Ávila con jóvenes de toda Europa.

5. Sigue en contacto con tus compañeros, con tu párroco, y contagia –desde la fe- la alegría del Evangelio para proyectar el próximo curso pastoral.

6. Finalmente, seguro que hay ocasión de encontrarse con gente nueva, no ocultes tu identidad cristiana, sé Testigo del Señor allí donde te encuentres.

¡Feliz verano!, y no te olvides de rezar los unos por los otros, especialmente por los más desfavorecidos de nuestro mundo: pobres, perseguidos, mártires, etc. Y, muchas gracias, por tu misión catequética en la diócesis de Valladolid.