jueves, 29 de septiembre de 2016

“ACOGER Y COMUNICAR LA ALEGRÍA DEL AMOR”



 Un nuevo curso pastoral acaba de comenzar y con él nace una nueva oportunidad en el seguimiento de Jesús el Señor.
            Este año, en nuestra diócesis, lo queremos vivir desde la acogida y la comunicación del Amor.

            Para ello se ha presentado recientemente la Programación Pastoral Diocesana, en la que se plantean cuatro líneas de acción que pretenden conjugar la adoración del Señor y la entrega incondicional a favor de los demás, pues a la iglesia entramos para adorar y salimos para servir. Entre ellas podemos enumerar: Reafirmar que somos el Pueblo de Domingo y en este sentido cuidar la celebración del Domingo como el Día del Señor, la atención de los padres en el proceso de la Iniciación cristiana, a la luz del Directorio diocesano de los sacramentos de la Iniciación cristiana; Profundizar en la pastoral familiar: desde el anuncio más explícito del Evangelio, la preparación al matrimonio, los primeros años de vida matrimonial, iluminar angustias que se vierten del matrimonio, la enfermedad y la muerte, se sugiere formación permanente desde la exhortación Amoris Laetitia; Seguir avanzando en la implantación parroquial de la Nueva Acción Católica; y simplificar la estructura organizativa de la diócesis, mayor comunión entre nosotros.

            Realmente una gran alegría acoger y comunicar el amor de Dios, que como decía el Padre Usera nos hace santos y sabios.  

Eucaristía y Envío de agentes de pastoral Curso Pastoral 2016-2017

Presentación Programación Pastoral Diocesana 2016-2017 _ Delegados

Presentación Programación Pastoral Diocesana _ Luis Argüello

Presentación Programación Pastoral Diocesana _ Ricardo Blázquez

martes, 6 de septiembre de 2016

"UN BUEN COMIENZO CONDUCE A UN FINAL FELIZ"


Esta frase la aprendí cuando era adolescente. En el colegio cada curso escolar comenzábamos con las convivencias que tenían como objetivo, entre otras cosas, motivarnos. Desde entonces este eslogan lo he tenido muy presente en mi vida y así se lo he ido comunicando año tras año, y aún lo sigo haciendo, a aquellos que me corresponde educar en la fe.

Realmente esta es una buena forma con la que podemos comenzar el nuevo curso pastoral, con motivación. Pues de sobra conocemos nuestro cuerpo y nuestro espíritu, y al comenzar siempre hay resistencias. Platón nos lo cuenta de forma alegórica en el Mito de la caverna: aquellos hombres tantos años encerrados, viendo sombras, amarrados con grilletes tanto en los pies como en las manos, sin posibilidad de muchos movimientos, etc. El hecho de soltarse e incorporarse les dolió, así como cambiar de postura, etc. Llevaban mucho tiempo en una única posición, pero para ellos fue fantástico cuando pudieron ver con sus propios ojos lo que les reflejaba realmente la luz del sol y ellos tantos años engañados por las sombras, por las apariencias.

El verano nos ha podido ayudar a descansar y a cambiar de actividad, pero ahora toca otra cosa: “al tajo”. Quitemos las resistencias propias tras las vacaciones estivales y dispongámonos a comenzar con ilusión, para que tanto los padres, como los catequistas, como los profesores, como los mismos chavales, podamos contagiarnos la alegría de emprender un nuevo año juntos, en compañía del Señor en medio de nuestra comunidad.

Y preparemos el material, especialmente Dios cuenta con nosotros, para que seamos mediación de Él en medio de nuestro quehacer evangelizador, especialmente en la catequesis y en la vida parroquial en general. ¡Qué mejor que comenzar con ilusión!, para que el alma henchida desborde la luz del Sol.