martes, 27 de agosto de 2013

SANTA MÓNICA




Excursión de catequistas de la diócesis a las EDADES DEL HOMBRE

LA DELEGACIÓN DE CATEQUESIS DE VALLADOLID ACABA DE RESERVAR VISITA GUIADA PARA LA EXPOSICIÓN "CREDO", EDADES DEL HOMBRE, DE ARÉVALO PARA EL 2 DE NOVIEMBRE. LOS CATEQUISTAS QUE ESTÉN INTERESADOS EN PARTICIPAR EN ESTA EXCURSIÓN SE PUEDEN IR PONIENDO EN CONTACTO CON NOSOTROS. APROVECHAREMOS EL DÍA PARA VISITAR ALGUNA COSA MÁS, LO CONCRETAREMOS MÁS ADELANTE, CELEBRAR LA EUCARISTÍA Y PROFESAR NUESTRA FE EN ESTA AÑO DE LA FE. TENEMOS LA POSIBILIDAD PARA SOLO UN AUTOBÚS, PRÁCTICAMENTE TODOS LOS SÁBADOS ESTÁN YA OCUPADOS.

domingo, 25 de agosto de 2013

miércoles, 21 de agosto de 2013

Este verano - Leemos para ti

Con motivo de los 25 años de su ordenación episcopal, el autor repasa con «memoria agradecida» y con mirada de fe los años vividos en las distintas diócesis en las que ha ejercido su ministerio. Y presenta también sus reflexiones y estudios sobre el Vaticano II y los diversos aspectos de la Nueva Evangelización como un testigo cualificado de la acción pastoral de la Iglesia en España en el último medio siglo, desde su vivencia del Concilio como seminarista en Ávila, hasta el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, en el que participó ya como Arzobispo de Valladolid.

El autor está convencido de que el Concilio buscó la renovación de la Iglesia volviendo a sus orígenes y mirando a su misión en nuestro tiempo; ni innovación mecánica ni abstracción de la historia. Y desde ahí traza el camino hasta la Nueva Evangelización. La Iglesia necesita de nuevo en la situación presente, resultado de numerosas transformaciones sociales, culturales y de conciencia, escuchar el mandato misionero del Señor y confiarse al poder del Espíritu Santo, que es el protagonista primero y animador de todos en la evangelización. Id al mundo entero, a todas las regiones y pueblos, a todos los sectores de la humanidad, a todas las edades; unas veces las puertas están abiertas, y otras cerradas o solo entreabiertas; hay experiencia de desierto y añoranza de oasis y de patria.

El medio de evangelización es el amor cristiano, ya que es un amor que pone el corazón de la persona en los labios, actúa en las manos y alienta en los dones. La revelación de Dios ha acontecido en obras y palabras íntimamente unidas. Las obras respaldan las palabras para que no queden huecas, y las palabras explicitan las obras para que no sean mudas y proclamen el Evangelio.

San Pío X - Patrono de los catequistas del mundo

Hoy día de San Pío X, día de los catequistas de todo el mundo, aprovecho para agradecer la labor evangelizadora que los catequistas hacemos en la Iglesia Universal. 

Que nos desfallezcamos en la misión. Para ello pongamos siempre nuestra mirada, primero en el Señor, para que sea Él quien dirija nuestras palabras y acciones.

Feliz día de los catequistas. Felicidades a toda la Iglesia por tener unos catequistas así. Ojalá cada día más personas se sientan llamados a esta tarea tan necesaria.





miércoles, 14 de agosto de 2013

Ante la Solemnidad de la Asunción de María - Mercedes Navarro Puerto

María en la catequesis

Ofreceré, primero, aquellos criterios generales que, a mi juicio, deben orientar toda catequesis sobre María y, en segundo lugar, indicaré criterios específicos para catequesis según el género, las edades y las culturas.

1. CRITERIOS GENERALES. En un sentido general conviene tener en cuenta lo siguiente: María no es una idea ni una especie de diosa inalcanzable. Los evangelios la presentan como una criatura humana, que colaboró activa y libremente en el plan de Dios. Conviene, por tanto, subrayar su condición histórica, temporal y cultural frente a la ahistoricidad, atemporalidad y aculturalidad en la que, a menudo, se la presenta. Es conveniente situar a María en el contexto de los evangelios, a fin de que no se pierda de vista su condición cristiana (cf DGC 94, 95). Dentro de tal contexto es importante destacar su condición de creyente y de discípula. La catequesis, fiel al énfasis evangélico, debe colocar la maternidad de María en estrecha conexión con su fe y su libertad, sin olvidar que, según los cuatro evangelios, Jesús relativiza este rol a valores explícitamente religiosos como es el propio seguimiento.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Leemos para ti

La reflexión teológica sobre la misericordia lleva a las preguntas fundamentales de la doctrina sobre Dios. La misericordia divina constituye el núcleo y la suma de la revelación bíblica de Dios. La presente obra anuda la reflexión teológica con las consideraciones espirituales, pastorales y sociales, pues el tema de la misericordia nos introduce en numerosos interrogantes de la praxis cristiana, eclesial y social. Anima también a examinar a fondo la doctrina cristiana de Dios y las consecuencias prácticas que de ella se derivan, a fin de perfilar con claridad a qué se alude cuando se habla del hoy absolutamente necesario giro teocéntrico en la teología y en la vida de la Iglesia. «El evangelio de la misericordia divina en Jesucristo es lo mejor que se nos puede decir y lo mejor que podemos escuchar y, al mismo tiempo, lo más bello que puede existir, porque es capaz de transformarnos a nosotros y transformar nuestro mundo a través de la gloria de Dios en su graciosa misericordia. Esta misericordia, en cuanto don divino, es simultáneamente tarea de todos los cristianos. Debemos practicar la misericordia. Debemos vivirla y atestiguarla de palabra y de obra. Así, por medio de un rayo de la misericordia, nuestro mundo, a menudo oscuro y frío, puede tornarse algo más cálido, algo más luminoso, algo más digno de ser vivido y amado. La misericordia es reflejo de la gloria de Dios en este mundo y quintaesencia del mensaje de Jesucristo que nos ha sido regalado y que nosotros, por nuestra parte, debemos regalar a otros. [...] Este mensaje de la misericordia divina tiene consecuencias para la vida de todo cristiano, para la praxis pastoral de la Iglesia y para la contribución que los cristianos deben realizar a la configuración de un orden social digno, justo y misericordioso» (Cardenal Walter Kasper).

Lecturas para el verano - Encíclica "Lumen Fidei"

DURANTE EL VERANO OFRECEMOS ALGUNAS LECTURAS - LEEMOS PARA TI

Lumen fidei - La luz de la fe (LF) es la primera encíclica firmada por el Papa Francisco. Dividida en cuatro capítulos, una introducción y una conclusión, la Carta - explica el Papa - se suma a las encíclicas del Papa Benedicto XVI sobre la caridad y la esperanza y asume el "valioso trabajo" realizado por el Papa emérito, que ya había "prácticamente completado" la encíclica sobre la fe. A este "primera redacción" el Santo Padre Francisco agrega ahora "algunas aportaciones".

La introducción (No. 1-7) de la LF ilustra los motivos en que se basa el documento: En primer lugar, recuperar el carácter de luz propio de la fe, capaz de iluminar toda la existencia del hombre, de ayudarlo a distinguir el bien del mal, sobre todo en una época como la moderna, en la que el creer se opone al buscar y la fe es vista como una ilusión, un salto al vacío que impide la libertad del hombre. En segundo lugar, la LF - justo en el Año de la Fe, 50 años después del Concilio Vaticano II, un "Concilio sobre la Fe" - quiere reavivar la percepción de la amplitud de los horizontes que la fe abre para confesarla en la unidad y la integridad. La fe, de hecho, no es un presupuesto que hay que dar por descontado, sino un don de Dios que debe ser alimentado y fortalecido. "Quien cree ve", escribe el Papa, porque la luz de la fe viene de Dios y es capaz de iluminar toda la existencia del hombre: procede del pasado, de la memoria de la vida de Jesús, pero también viene del futuro porque nos abre vastos horizontes.

El primer capítulo (8-22): Hemos creído en el amor (1 Jn 4, 16). En referencia a la figura bíblica de Abraham, la fe en este capítulo se explica como "escucha" de la Palabra de Dios, "llamada" a salir del aislamiento de su propio yo , para abrirse a una nueva vida y "promesa" del futuro, que hace posible la continuidad de nuestro camino en el tiempo, uniéndose así fuertemente a la esperanza. La fe también se caracteriza por la "paternidad", porque el Dios que nos llama no es un Dios extraño, sino que es Dios Padre, la fuente de bondad que es el origen de todo y sostiene todo. En la historia de Israel, lo contrario de la fe es la idolatría, que dispersa al hombre en la multiplicidad de sus deseos y lo "desintegra en los múltiples instantes de su historia", negándole la espera del tiempo de la promesa. Por el contrario, la fe es confiarse al amor misericordioso de Dios, que siempre acoge y perdona, que endereza "lo torcido de nuestra historia", es disponibilidad a dejarse transformar una y otra vez por la llamada de Dios "es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro entre Dios y los hombres, la historia de la salvación." (n. 14) Y aquí está la "paradoja" de la fe: el volverse constantemente al Señor hace que el hombre sea estable, y lo aleja de los ídolos.