Un nuevo curso pastoral
acaba de comenzar y con él nace una nueva oportunidad en el seguimiento de Jesús el Señor.
Este año, en nuestra
diócesis, lo queremos vivir desde la acogida y la comunicación del Amor.

Para ello se ha presentado
recientemente la Programación Pastoral Diocesana, en la que se plantean cuatro
líneas de acción que pretenden conjugar la adoración del Señor y la entrega
incondicional a favor de los demás, pues a la iglesia entramos para adorar y
salimos para servir. Entre ellas podemos enumerar: Reafirmar que somos el
Pueblo de Domingo y en este sentido cuidar la celebración del Domingo como el
Día del Señor, la atención de los padres en el proceso de la Iniciación
cristiana, a la luz del Directorio diocesano de los sacramentos de la Iniciación
cristiana; Profundizar en la pastoral familiar: desde el anuncio más explícito del
Evangelio, la preparación al matrimonio, los primeros años de vida matrimonial,
iluminar angustias que se vierten del matrimonio, la enfermedad y la muerte, se
sugiere formación permanente desde la exhortación Amoris Laetitia; Seguir
avanzando en la implantación parroquial de la Nueva Acción Católica; y
simplificar la estructura organizativa de la diócesis, mayor comunión entre nosotros.
Realmente una gran alegría
acoger y comunicar el amor de Dios, que como decía el Padre Usera nos hace
santos y sabios.
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