Los signos y los símbolos son representaciones que pretenden la comunicación sin palabras. Los signos nos ofrecen un mensaje simple de relevancia inmediata. Los símbolos suelen ser más bien imágenes que representan algo.
Nuestra sociedad está llena de signos y de símbolos. Aún encontramos indicios de épocas anteriores a la nuestra, por ejemplo, las icnitasde mamíferos prehistóricos. Encontramos iconos e imágenes representativas de nuestra religión, desde la primera época del cristianismo, como por ejemplo en las catacumbas. En la publicidad mediática podemos encontrar un lenguaje subliminal dirigido especialmente al consumidor, pero no solo, pues también, se utiliza para la expresión de ideas, especialmente cuando desde instancias de la sociedad pretendemos suscitar algo. El lenguaje de signos se utilizó desde tiempo inmemorial: por ejemplo, para la comunicación entre sordomudos, los faros en el mar y en el monte, señales de humo, gestos, señales de tráfico, código morse, etc. También se podría citar la lectura braillepensado para personas ciegas. Incluso los pictogramas que utilizaban los misioneros para transmitir la fe de la Iglesia.
En la actualidad, nuestros chavales, y no tan chavales, están muy acostumbrados –también- a comunicarse a través de emoticonesy palabras abreviadas, que nos sirven para comunicarnos de manera rápida, con el riesgo de dar lugar a malas interpretaciones, que no permite la comunicación cara a cara. Hay gestos, sonidos, tatuajes, maneras de vestir, etc. todo ello sirve para comunicarse de una manera no verbal. También, es cierto, que como es bien sabido los “sentidos a veces son engañosos” y etiquetamos a las personas por lo que vemos sin dar lugar al diálogo, como le pasó al mismo Zaqueo (cf. Lc 19, 1-10).
También existen otros signos y símbolos, como, por ejemplo, la bandera de una nación, el himno nacional de un país, etc. Y, para nosotros los cristianos: la Cruz, señal de nuestra identidad donde queda manifestado el amor de Dios por los hombres, los sacramentos como “signos visibles de Dios que es invisible”, el agua, el aceite, la ceniza, la sal, la luz, el pan, el vino, las flores, el incienso, los objetos litúrgicos y los ornamentos, las posturas, nuestros templos, las manos, el beso, el abrazo, la paz, la reconciliación, la elección, etc. Todo ello y más, nos invita a la comunicación con Jesús el Señor, “el amigo que nunca falla”. Son los signos y los símbolos aprendidos por los más pequeños, es la comunidad cristiana la que, con su manera de estar en la iglesia, en la calle, en el hogar, en medio de la sociedad, educa a los niños con su saber estar.
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