La
faceta identitaria y vocacional del catequista se corresponde con el ser del catequista, aunque claramente
tiene su repercusión en el saber y en
el saber-hacer. La dimensión integral
del catequista reúne a las tres, pero ciertamente es un tema de contenido
espiritual.
Este
curso la Programación General Pastoral de la Archidiócesis de Valladolid nos
anima a “Impulsar el acompañamiento, la formación, y la comunión de los
discípulos misioneros”, por esta razón la Delegación diocesana de Catequesis anima
a los catequistas a profundizar en el sentido de nuestra identidad y vocación.
“No
me elegisteis vosotros, fui yo quien os elegí” (Jn 15, 16). El catequista, a
veces, sin saber cómo, se encuentra imbuido en la tarea de la catequesis. Sin
embargo, en algunos casos, las motivaciones pueden ser insuficientes, como, por
ejemplo: “mi amigo es catequista”, “se necesitaban catequistas y mi hijo iba a
comenzar la catequesis”, etc. Por esta razón sería muy importante que
redescubriéramos nuestra identidad ligada a nuestra vocación.
Es
cierto, cada día se está tomando con más responsabilidad el hecho de ser
catequista, pero quizá aún nos quede trecho por andar. Creemos que no nos
equivocamos si afirmamos que la mayoría acepta ser catequista para ayudar o
porque le gusta, sin que se llegue a un planteamiento que responde a la llamada
de Dios y a la respuesta nuestra.
El
catequista es alguien que cree en Jesucristo. Está convencido y da testimonio
desde el convencimiento de la fe de la Iglesia que él/ella hace suyo. No se
considera perfecto y sabe que vive su fe con limitaciones; la desarrolla en una
comunidad, la Iglesia, a la que ha sido incorporado por el Bautismo. Él/ella
está en camino, en búsqueda, y en continua conversión; recorre su camino de la
mano de Jesús el Señor. Es hombre o mujer de su tiempo, que se deja interpelar
por la Palabra de Dios y desde ella lee los acontecimientos de la vida.
Desde
esta vocación el catequista suscita en ellos mismos la “dulce y confortadora
alegría de evangelizar” (Evangelii
Gaudium) y así lo cuentan a sus destinatarios.
A
lo largo de este curso profundizaremos en este tema y lo haremos de distintos
medios: en la formación presencial directa y también a través de la reflexión
que se podrá encontrar en el blog de nuestra delegación diocesana (www.catequesisvalladolid.blogspot.com).
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