1ª Samuel: El Señor elige a David que era el más pequeño y débil, porque la mirada de Dios no es la mirada del hombre, Dios mira el corazón y no las apariencias.
Salmo: El Señor es mi pastor, nada me falta, me guía por el sendero justo.
Efesios: Antes fuimos tinieblas, ahora somos luz, tenemos que vivir como hijos de la luz y dar frutos de luz y no de tinieblas.
Juan: Ciego de nacimiento. Jesús hace barro con la saliva y le dice que se lave en la piscina de Siloé, y ve. ¿Pero este no era ciego? Yo soy, Jesús me ha dado la vista. Pero Jesús lo hizo en sábado y no puede venir de Dios quien no cumple el sábado. He venido para que los que no veían vean, y los que ven queden ciegos.
SIGNOS QUE VAMOS AUTILIZAR:
Un niño/a con los ojos tapados por un pañuelo tiene que intentar reconocer a otros, de diferente tamaño... Posteriormente le quitamos el pañuelo y nos tiene que decir quienes son sus amigos y sus padres, y por qué nota que le quieren.
HOMILÍA
a) Es tiempo de cambio, de rectificación, de perdón.
b) Y de propósitos de renovación, de mejora, de perfección.
c) Mirando todos los aspectos de nuestra vida: relación con los padres, hermanos, amigos, escuela, avaricia del tener, etc.
d) ¿Estoy siendo lo bueno y lo perfecto que debiera ser? ¿En qué tengo que mejorar, que cambiar? .. me lo propongo.
2) Pero ¿Cómo tenemos que ser? ¿A quién tenemos que parecernos?
a) Dinámica: Ojos tapados: Reconocer a otra persona: altura, grueso o delgado, hombre o mujer, … sólo por la apariencia.
b) El mundo nos pone frente al modelo de la apariencia: la belleza, la fama, el dinero: BecKam, Ronaldo, Messi, etc
c) Si hacemos esto, vamos como ciegos por el mundo, nos iremos equivocando continuamente:
i) Pero ¿podemos saber con los ojos tapados si ese niño/a es buen estudiante, buena persona, generoso, fiel con sus amigos, etc?
ii) Porque El buen amigo no es el guapo, la buenos padres no son los ricos, las buenas personas no son los famosos.
iii) Ahora le quitamos el pañuelo y le pedimos que nos señale cuál es su amigo o sus padres, y por qué los quiere......ahora está mirando con los ojos del corazón, que son los ojos con los que Dios quere que nos miremos unos a otros.
iv) ¿nosotros queremos a nuestros padres por lo guapos que son o por lo que nos quieren? …. cuando pase el tiempo se irán poniendo más feos, pero nos querrán cada vez más….
3) 1ª Lectura: Dios no mira la apariencia, sino el interior, el corazón, los sentimientos, las obras.... por ello en esta primera lectura no elige al fuerte ni al poderoso sino al bueno, al obediente, al cariñoso.
a) Midamos a las personas por sus obras, por lo que aman, ayudan y estaremos viendo lo bueno, lo profundo, lo importante.. como ve Dios.
4) Dejemos que Jesucristo nos abra los ojos para ver las cosas como él las ve.
a) El ciego cambia y se convierte.
b) Y nosotros también estamos llamados a cambiar. Se puede cambiar de ser mal estudiante a ser buen estudiante, de ser desobediente a obediente, de ser malo a bueno..... pero para eso tengo que darme cuenta de los errores que tengo y querer cambiar.
c) Podemos pasar de ser ciegos a tener luz... de no dar buenos frutos a dar frutos de bondad,,,,
5) Dejemos que la saliva de Jesús nos toque… lo que sale de la boca de Jesús:
a) Su Palabra, sus enseñanzas, su camino.... y esto nos cambiará la vida.....seamos constantes en la oración, en la catequesis, en la Misa..... y sin darnos cuenta iremos cambiando.
b) El cuento de la canasta que se limpia en el rio.
6) Jesús es el verdadero modelo a seguir, él miraba lo bueno de todos....
a) Cambiemos… para hacernos bellos por dentro.... y veremos lo bello que nos rodea
Cuento de la canasta que se limpia en el rio: Un niño le dice al abuelo que no entiende la Biblia y que por lo tanto no merece la pena leerla. El abuelo le pide que tome la canasta que utilizan para trasportar carbón y que se la traíga llena de agua del río. el niño va varias veces y siempre la trae vacía, el abuelo insiste en que la llena más y que vaya corriendo, y siempre es inútil porque la canasta viene vacía. Le dice el niño al abuelo que vea que también es inútil correr porque la canasta viene vacía, entonces le pide el abuelo que mire bien la canasta porque ahora está limpia. Esto es lo que pasa cuando leemos la Biblia, aunque haya momento en los que no entendamos lo que leemos, sin darnos cuenta nos está limpiando por dentro y haciéndonos mejores porque nos limpia la conciencia.
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