martes, 15 de septiembre de 2015

LA CATEQUESIS PARA LOS JÓVENES SEGÚN EL PAPA FRANCISCO

ROMA, 14 Sep. 15 / 05:09 am (ACI).- La catequesis para los jóvenes no puede ser solo una cuestión teórica, debe ir más allá e involucrar tres lenguajes. Así lo señala el Papa Francisco en una nueva entrevista concedida a una emisora católica portuguesa.

En el diálogo que sostuvo el pasado 8 de septiembre con la periodista Aura Miguel, el Santo Padre dijo que cuando se da catequesis a los jóvenes, lo que se hace es “darle doctrina para la vida y, por lo tanto, tiene que ser de tres lenguajes, con tres idiomas: el idioma de la cabeza, el idioma del corazón y el idioma de las manos. Y que la catequesis entre en esos tres idiomas”.
La catequesis, prosigue el Papa, debe permitir “que el joven piense y sepa cuál es la fe, pero que, a la vez, sienta con su corazón lo que es la fe. Y a la vez, haga cosas. Si la catequesis le falta una de las tres lenguas, de los tres idiomas, no va”.
Los tres lenguajes: pensar lo que se siente y lo que se hace, sentir lo que se piensa y lo que se hace, hacer lo que se siente y lo que se piensa”, precisó.

Al ser preguntado sobre lo que quiso decir cuando a los obispos de Portugal les dijo que “los vestidos de primera comunión ya no le sirven a los jóvenes” pero que “ciertas comunidades insisten en usarlos”, el Pontífice dijo que “es un modo de decir.  Los jóvenes son más informales y tienen su propio ritmo”.
“A un joven hay que dejarlo crecer. A un joven hay que acompañarlo. No dejarlo solo, acompañarlo. Y saber acompañarlo con prudencia, saber hablar en el momento oportuno, saber escuchar mucho”.
Francisco afirmó luego que “un joven es inquieto. No quiere que lo molesten. Y en ese sentido, se puede decir que el vestido de primera comunión no les va. En cambio, a los chicos, cuando hacen la comunión, les gusta el vestido de primera comunión. Es una ilusión”.
“Los jóvenes tienen otras ilusiones, que son muchas veces muy buenas, pero hay que respetar porque ellos mismos no se entienden, porque están cambiando, están creciendo, están buscando. Luego al joven hay que dejarlo crecer, hay que acompañarlo, respetarlo y hablarle muy paternalmente”.
El Papa Francisco dijo luego que en la propuesta que reciben las jóvenes generaciones, es necesario buscar “cuál es lo atractivo de un joven y que le exija. Por ejemplo, un caso concreto. Si usted a un joven le propone –y esto lo vemos en todas partes– hacer una caminata, un campamento o ir a misionar a otro lado, o a veces ir a un ‘cotolengo’ a cuidar enfermos una semana o quince días, se entusiasma, porque quiere hacer algo por los demás. Está involucrado”.
De esa forma el joven se involucra: “entra dentro. Se compromete. No mira de afuera. Se involucra, o sea, se compromete”, resalta el Papa.

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