martes, 7 de julio de 2015

Testimonio de Ana Velázquez sobre el XXII Aula de Verano en Ávila






Alrededor de 85 catequistas de Iglesia en Castilla se reunieron en el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) de Ávila en una nueva edición del aula de verano que las diócesis de Ávila, Segovia, Osma-Soria, Burgos, Valladolid, Palencia, Salamanca, Zamora y Ciudad Rodrigo llevan a cabo cada primer fin de semana de Julio.

Los Obispados de estas diócesis de Iglesia en Castilla a través de sus delegaciones de catequesis, organizan estas jornadas desde hace 22 años, dirigidas generalmente a los catequistas que dentro de las parroquias o arciprestazgos desempeñan, o pueden desempeñar, una función de animación o coordinación. Aunque este año estaban abiertas a todo el que quisiera participar.


Estas vigésimo segundas jornadas han estado dedicadas a la belleza en la transmisión de la fe y en la catequesis, con una especial referencia al catecismo “Testigos del Señor” que se presentó en el Aula del año pasado desde la Subcomisión Episcopal de catequesis de la Conferencia Episcopal. Un Catecismo en el camino de la belleza. La belleza, resplandor de la verdad y fuerza del bien, de aquí el tema de este curso.

La Ponencia Marco, la inicial de estos días, corrió a cargo de Mons. César A. Franco Martínez, Obispo de Segovia y responsable de la catequesis en esta región, bajo el título: “La belleza en el camino de la transmisión de la fe”, para pasar después a reflexionar sobre la belleza de la liturgia y del arte religioso al servicio de la misión evangélica, al servicio de la transmisión de la fe, al servicio del 
mandato de Jesús “Id por el mundo y proclamad la buena nueva”, trabajo que pudo realizarse gracias a las ponencias de D. Raúl García Herráez y D. Óscar Robledo Merino.
Porque a través de la liturgia y de las diversas expresiones artísticas también se narra la fe de un pueblo. Y su contemplación puede llevar a la oración, pues como decía Santa Teresa de Jesús, cualquier método sirve para orar, cualquier lugar es apto para lo mismo. Las reflexiones del segundo día de estas jornadas corrieron a cargo de D. Gaspar Hernández Pulido, que de una forma sencilla y preciosa ayudó a los catequistas a descubrir cómo la belleza de una obra de arte puede estar al servicio de la catequesis, explicando una a una las 14 obras que están contenidas en el Catecismo de la Iglesia Católica y del Compendio del mismo.

Los catequistas que participaron en esta nueva edición del Aula de verano pudieron comprobar “in situ” esa belleza del arte y cómo nos podemos servir de él, con la visita a la exposición “Teresa, Maestra de oración” que la fundación Las Edades del Hombre organiza este año en Ávila y Alba de Tormes de un modo especial por conmemorar el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.

Previamente, Don Oscar Robledo había dado una explicación a los asistentes de la historia y los objetivos de Las Edades del hombre, una explicación que invitaba a adentrarse en una bella historia. Una historia que forma parte de la cultura y la fe de esta sociedad actual. Una historia que merece la pena conocer. Una historia que muestra el amor de Dios al mundo entero, contada por un grupo de artistas y sus obras expuestas. En el fondo el camino de fe y de seguimiento a Dios.

El trabajo en grupo, siempre enriquecedor, y la puesta en común, pusieron el punto y final a este Aula que fue valorado por los asistentes como original, necesario, enriquecedor, novedoso, etc.




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