domingo, 5 de abril de 2015

FELIZ PASCUA


Con el Domingo de Ramos comenzamos la Semana Santa, semana de Pasión, los cristianos tenemos la oportunidad de acompañar a Jesús el Señor en el momento de su pasión, muerte y Resurrección. Es un tiempo propicio para dejarnos afectar por el dolor que Jesús siente en ese momento. Sería conveniente que sintiéramos el daño que a Jesús le hace pasar por este trance hoy, año 2015.

En el camino de Cristo hacia la cruz, Dios se nos presentará humanamente, le podremos reconocer en el hombre que vive crucificado a causa del pecado o el des-amor, unas veces el pecado a causa de otros y otras veces a causa de sí mismo. 

Durante esta semana los vallisoletanos, también, tendremos la oportunidad de contemplar los últimos pasos de la vida de Jesús a pie de calle. La religiosidad popular en toda nuestra diócesis, rica en patrimonio, pondrá delante de nuestros cinco sentidos una auténtica catequesis de fe que nos preparará para el momento más importante que un cristiano puede vivir: la Resurrección del Señor. Así lo expresaba el papa San Juan Pablo II: esta manifestación de la fe, “cuando es genuina, tiene como fuente la fe y, por lo tanto, tiene que ser apreciada y favorecida”. En esta línea, el pontífice reflexionaba sobre la idea de que la religiosidad popular fomenta la fe del pueblo que la considera una expresión específica, pues prepara adecuadamente para la celebración de los sagrados misterios.

No dejemos de contemplar a Cristo que expresa lo que Dios Padre nos dice personalmente a ti, con tu nombre y apellido, a ti, que tienes una historia propia, que Él conoce y que ama. No estás solo, mira a tu alrededor, hay más gente, Jesucristo también nos habla como comunidad. No somos satélites en medio del espacio, sino miembros de un mismo cuerpo, el Cuerpo de Cristo, somos la comunidad que vive de la Pascua.

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