A estas horas ya estamos inmersos en el carnaval, pero realmente el sentido que
tuvo no es el que tiene, ni mucho menos; incluso una fiesta tan pagana significaba
como el “desfogue” previo a tiempos de sacrificio y penitencia.
A las puertas de la cuaresma me
quedo con las palabras del papa Francisco en su mensaje a toda la Iglesia.
Bergoglio nos propone tres pasajes
para reflexionar y renovar nuestro encuentro con Jesús con el fin de combatir
la globalización de la indiferencia.
Nuestro amor a Dios se ha de
significar en el amor al prójimo; lo que le pasa al otro, al hermano, pasa por
el corazón de Dios, no le es indiferente, no nos debe dejar indiferentes.
Estos pasajes de los que os hablo
son: “el sufrimiento de un miembro repercute en todo el cuerpo”, en otro hace
alusión al libro del Génesis y entresaca la pregunta de Yahvé a Caín: “¿Dónde
está tu hermano?” para aludir a parroquias y comunidades y que estas sean islas
de misericordia en medio del mar de la indiferencia, y el tercer pasaje hace
alusión al lema: “fortaleced vuestros corazones”, tomado de la carta de
Santiago, para hablar sobre los creyentes y como, también nosotros, podemos ser
tentados con la indiferencia.
Oración, caridad y ponerse en el
lugar del otro, son algunas de las propuestas que nos hace el papa para no
dejarnos absorber por la falta de sensibilidad por lo que ocurre a nuestro
alrededor. ¡Feliz cuaresma a todos!
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