Los catequistas, cada año,
celebramos la fiesta de San Enrique de Ossó. Este año será en la parroquia de
Santo Tomás de Aquino y será presidida por nuestro obispo, primer catequista y
responsable de la catequesis en nuestra diócesis.
San
Enrique es modelo para nosotros catequistas, ¿por qué? Pues porque el lo vivió
y en su tarea pastoral descubrimos en él un “pionero de la catequesis”, un
profeta para una Iglesia que siente con corazón misionero una nueva
evangelización. Además en él se advierten algunos aspectos que los catequistas
nos podemos apropiar o imitar: la catequesis como verdadero encuentro entre
Dios y el hombre, cotando con mediaciones eclesiales como el catequista.
También Cristo centro de nuestra vida y propuesta. La prioridad de la persona,
especialmente el niño, “futuro constructor de la sociedad y de la Iglesia ”. San Enrique ve
en el niño, un apóstol, un misionero, un catequista para toda la familia.
Los
catequistas de la diócesis, en la medida de nuestras posibilidades, lo vamos a
celebrar juntos de forma austera pero a la vez muy gozosa. No obstante, los
catequistas saben que el aliento y el ánimo de San Enrique de Ossó intercede por
todos. Y eso se nota porque los catequistas de Valladolid viven con fuerza su
fe, la celebran cada Domingo, se sienten parte fundamental de la Iglesia y obran en
consecuencia.
Pero
los catequistas no tienen solo buena voluntad para serlo, se sienten llamados,
son hombres y mujeres con vocación. Su testimonio viene acreditado –quizá- no
por muchos títulos pero si por su gran amor al Señor y por lo que Él les pide y
hacia donde les envía. Padecen de una gran disponibilidad que les hace estar en
muchos sitios y tareas en medio de la Iglesia , saben de corresponsabilidad. Y una de
las grandes responsabilidades que tienen es –también- aprender, la formación, a
nivel parroquial, arciprestal y, también, diocesano. Conozco muchas escuelas y
el gran trabajo que se está realizando, doy gracias a Dios por la labor de los
catequistas y los sacerdotes que les acompañan. Nuestra delegación sigue
ofreciendo la Escuela Diocesana del Catequista, este año descubriendo
los entresijos del nuevo catecismo Testigos
del Señor. En esta ocasión, casi son los catequistas en su totalidad los
que están trabajando y exponiendo su estudio personal de cada uno de los temas.
Tienen la ayuda de Pedro Chico, o de mi mismo, para acompañarles con
aportaciones pastorales, catequéticas. Es una gozada.
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