La iniciación cristiana, no es, en el seno de la Iglesia, un cauce mas, si no, el camino necesario interior y exterior para profundizar en el conocimiento de Jesucristo, y poder así confesarle como "El Mesías, El Hijo de Dios vivo"; pero para que esto no sea simplemente confesado con los labios, si no una auténtica adhesión del corazón a esta verdad de fe, es necesario caminar junto al maestro; por ello los itinerarios catequéticos que en este tiempo de comienzo de curso se nos ofrecen en tantas parroquias, son ocasiones preciosas de entrar en este misterio y con ellos dejarnos alcanzar por Cristo.
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